Ahora mismo los fans de Juego de Tronos nos encontramos esperando algún trailer o más teasers de la séptima temporada. Pero hasta ahora, en estas fechas del año, nos encontrábamos ya disfrutando de los capítulos.
¿Cómo es que la serie más famosa del mundo no empieza hasta el 16 de julio? Vamos en este artículo a intentar explicar el razonamiento de la HBO para tomar esta controvertida decisión.
¿Por qué en verano?
Benioff y Weiss ya advirtieron al acabar la sexta temporada que la séptima temporada, aparte de ser más corta, empezaría más tarde de lo habitual. ¿Su argumentación? Que ya están en invierno en Poniente y no pueden rodar en verano como acostumbraban, sino con peor tiempo y menos sol. Es decir, necesitan más frío y nieve.
El rodaje de la séptima temporada de Juego de Tronos empezó por tanto más tarde que nunca: la preparación arrancó a finales de julio y el rodaje en sí no comenzó hasta septiembre. Y por ello, también ha terminado también más tarde que nunca: acabó en febrero. Otros años en febrero ya teníamos algún trailer porque la serie empezaba en abril.
Y claro, si el rodaje termina en febrero la serie no puede emitirse hasta varios meses más tarde. Arranca entonces el trabajo de post-producción: los actores deben grabar sus frases en un estudio, añadirse los efectos especiales, digitalizar elementos e incluso componer la música.
El plazo mínimo de postproducción para una serie como es Juego de Tronos a día de hoy, relacionando las fechas de estreno y el fin de rodaje otros años, se mueve en torno a los mínimo cuatro meses. Esta cifra podría quizás ser reducida, pero sabiendo que por ejemplo los showrunners también tienen que escribir los guiones de la siguiente temporada en estos meses, es bastante complicado.
Por tanto, si la serie se acabó de rodar en febrero, hasta mediados o finales de junio como mínimo parecería imposible que estuviera lista para ser emitida. Verano era la única opción…salvo que la HBO optase por guardarla en el cajón y retrasarla para emitirla en otoño o incluso invierno.
Ahora hay que explicar que la séptima temporada serie no puede empezar a emitirse después, por ejemplo, a finales de septiembre, porque en esas fechas ya debería empezar a grabarse la octava y última temporada. Evidentemente por cómo funciona la maquinaria de marketing, publicidad y difusión de una serie, no se puede emitir una temporada a la vez que se está grabando otra.
Podría parecer que la HBO podría modificar su programación habitual y retrasar de nuevo el rodaje de la última temporada al ser Juego de Tronos su mayor joya. Pero de hecho tampoco eso es posible y entre el final de una temporada y que empiece el rodaje de la siguiente deben pasar varios meses.
Un factor importante además son los actores. Ellos deben retomar sus otros proyectos tras acabar sus giras y entrevistas de la anterior temporada. Además debe pasar algún tiempo entre temporadas por convenio antes de empezar a preparar la siguiente temporada, un hecho que deben hacer uno o dos meses mínimo previamente a retomar un rodaje.
Y quizás aún más importante, empezar más tarde es imposible por la propia naturaleza de las últimas temporadas de Juego de Tronos. Si la serie se emite de septiembre a noviembre, por ejemplo, entonces se empezaría a rodar como mínimo en enero. El rodaje abarcaría por ejemplo de enero a mayo: perderíamos de nuevo la opción de grabar principalmente en invierno, fundamental para la propia estructura de la serie y por cómo es el Poniente del final de Juego de Tronos.
Que se emita en verano afecta a la propia HBO. Permite dejar ventanas de emisión más atractivas – antes y después de verano – a otras series de la cadena. Y es importante, porque ninguna tiene la fuerza de Juego de Tronos y necesitan cada apoyo y cada empujón posible.
Debemos dejar de lado otras teorías como que la HBO retrasa su estreno para ayudar a George R.R. Martin saque Vientos de Invierno antes de la nueva temporada. El momento crítico en que la serie no debía superar temporalmente a los libros ya ha sucedido el año pasado. Y evidentemente, la serie es muy diferente y cada vez más a las novelas.
Por último, hay que mencionar algo clave sobre el estreno en verano.Y es que la HBO estrena en verano Juego de Tronos porque puede. Es la serie más popular del mundo, su éxito está garantizado y su público fiel hará lo que sea esté donde esté y en el momento que sea para ver sus capítulos. Aunque quizás no la lleve tan al día.
¿Y por qué un 16 de julio?
La anterior pregunta tiene una justificación más o menos sencilla: emitir la séptima temporada en verano, por descarte, parece la única opción. Pero por qué se ha elegido esta fecha de estreno concreta es motivo de debate y no hay una respuesta sencilla.
Como hemos afirmado antes, es posible seguramente que la serie pudiera estar lista a finales o mediados de junio. Nos atrevemos a afirmar que, quizás dedicándole más esfuerzo y recursos, la fecha de estreno podría adelantarse algo más de un mes. ¿Por qué esperar a un 16 de julio?
La primera hipótesis es que el 16 de julio es lo más tarde posible que puede ser emitida para que no afecte al rodaje de la última temporada por los motivos citados antes. La HBO idealmente estrenaría la serie en un mes posterior más propicio, incluso una semana más tarde, pero no es posible.
¿Y por qué se prefiere emitir lo más tarde posible, dentro de esa exigua ventana temporal de 4-8 semanas en que se puede estrenar la serie sin afectar al resto de la producción? Lo único que se nos ocurre es por la fecha de finalización: el célebre último capítulo de la temporada.
El último capítulo de la séptima temporada – recordemos que será el séptimo y esta temporada es más corta – se emitirá a priori un 27 de agosto. En esas fechas, la mayoría de la gente está cerca de volver a sus trabajos o estudios tras las vacaciones, si no lo ha hecho ya.
Habrá gente que por estar de vacaciones no pueda llevar la temporada al día, y haga binge watching y se pegue un atracón de ver capítulos las últimas semanas de agosto. Pero creemos que es fundamental para la HBO que cuando la gente vuelva a su rutina, tenga el final de la séptima temporada bien reciente.
Como hemos dicho, lo ideal sería que la temporada terminara más adelante en el calendario, mientras la gente se encuentra realizando su vida normal para que el final tuviera el mayor ruido mediático y social. Pero al no ser eso posible, lo mejor por ello es que empiece lo más tarde dentro de sus capacidades.
Y es que si la temporada empezara, por ejemplo, el 18 de junio, el final sería un 30 de julio, una fecha pésima en cuanto impacto. Mucha gente está de vacaciones en sus trabajos, los estudiantes no tienen clases y las redacciones de los grandes medios también trabajan a medio gas. E incluso muchos de sus espectadores no podrían ver el capítulo final por encontrarse fuera de su domicilio habitual.
Como hemos explicado, esta es la explicación más probable que se nos ocurre. Pero solamente la HBO conoce la respuesta a esta pregunta. De lo que estamos seguros es que, sin importar la fecha de estreno, la séptima temporada de Juego de Tronos volverá a ser un rotundo éxito.
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