Tras las dos noticias muy importantes tan destacadas de ayer sobre House of the Dragon, retomamos el #AniversarioDeHierro, celebrando una década desde el estreno del primer capítulo de Juego de Tronos. El artículo de hoy es obra de nuestra amiga Verónica/ Visenya Dayne, que aunque conoció la serie tarde ha sido una de las lectoras más fieles de Los Siete Reinos desde entonces y con quien tuvimos el placer de contar en un podcast de La Canción Continúa.
Juego de Tronos, el inicio de un viaje apasionante
Tardé bastante en llegar a Juego de Tronos. Tuve unos tres o cuatro años extraños en los que apenas veía películas y series por falta de tiempo. Fue entonces cuando vi un anuncio sobre el estreno de la quinta temporada: mezclaba fantasía, dragones y política, todo ello ambientado en una época medieval que me llamó tremendamente la atención.
Aún hoy en día me pregunto cómo es que, hasta entonces, nadie me había hablado de ella. O al menos no recordaba que alguien lo hubiese hecho. A partir de ese momento resultaría difícil saber de alguien que no la conociese.
Devoré en menos de un mes las cuatro primeras temporadas y la espera semanal de los capítulos de la quinta me llevó a buscar información sobre ella para calmar la necesidad de saber más. Así fue como descubrí la que desde entonces sería la saga de mi vida Canción de Hielo y Fuego, esta misma página de Los Siete Reinos y el Podcast de Hielo y Fuego.
Éste supuso el inicio de un viaje apasionante en mi vida. Fui a lugares como Osuna para visitar los escenarios donde se habían grabado gran parte de las escenas de la quinta temporada y donde en su museo dedicaron una sala por completo a la serie.
También fui a Madrid tras apenas dormir, ya que me había levantado de madrugada para ver el último capítulo que se había emitido de la séptima temporada. Con Juego de Tronos era casi imposible sortear los spoilers y tenías que estar al día, porque se había organizado una rueda de firmas de Elio García y Linda Antonsson y necesitaba conocerles y que me firmaran “El Mundo de Hielo y Fuego”.
Mi pareja y yo viajamos a Barcelona para la increíble exposición “The Touring Exhibition”. Y también fui hasta Sevilla al Congreso Internacional de “Juego de Tronos – Claves desde las Humanidades” donde aprendí una barbaridad de la mano de maravillosos ponentes.
La serie había calado tan hondo en el imaginario colectivo y tenía tramas tan buenas que había llevado a profesionales a realizar impresionantes estudios relacionados con ella. Recuerdo que aquella semana uno de los temas más recurrentes fue hablar sobre el quinto capítulo de la octava temporada “Las Campanas” y sobre si el arco de Daenerys estaba o no bien desarrollado.
He llegado incluso a “cosplayearme” por primera vez en mi vida de uno de mis personajes favoritos de la saga, Visenya. Y sí, yo también grabé la reacción de mi pareja mientras veía por primera vez el noveno capítulo de la primera temporada, “Baelor”.
La serie conectó a miles de personas en todo el mundo. Hoy en día puedo decir que he conocido a personas maravillosas con las que he establecido preciadas amistades. Su éxito dio a conocer (más todavía) la saga de George y puso en el punto de mira la temática fantástica/medieval, además de abrir las puertas a nuevas series sucesoras ambientadas en ella.
Gracias a la serie también me interesé en el increíble podcast La Canción Continúa, con un equipo de un nivel humano y calidad profesional apabullantes, quienes no han hecho más que empezar. Porque sí, Juego de Tronos no puede igualar la increíble prosa de Canción de Hielo y Fuego y la maravillosa saga que Martin está creando, pero en mi caso es gracias a la serie que llegué a los libros y me interesé en todo lo que los rodeaba.
Pero Juego de Tronos, por sí sola, ha sido una serie increíble. La última temporada podrá tener sus más y sus menos. Habrá a quienes les encantó y a quienes les disgustó. Pero yo no puedo verla sino en su conjunto y Juego de Tronos es, por muchas razones, maravillosa.
Todo este conjunto de palabras tan solo son las sensaciones de una fan más que sigue viviendo el fenómeno de una serie que dejó huella, porque aunque Juego de Tronos terminó en 2019, no así las historias que seguiremos viviendo gracias a que llegó a nuestras vidas. Y como bien dicen en el podcast con ese nombre, “El juego ha terminado, pero la canción continúa”.