Desde que empezó Game of Thrones, los episodios nº 9 siempre se han caracterizado por ser televisivamente los más fuertes de cada temporada. El de hoy, con título con doble sentido, prometía. Era la primera vez que nos encontrábamos con un capítulo nombrado igual que uno de los volúmenes de Canción de Hielo y Fuego, en este caso el 5º. Sin embargo, a causa de los diferentes caminos que va tomando la serie, pocas cosas tendrán que ver con la referenciada obra.
Como cada semana, en esta review para lectores, iremos desgranando qué ha sucedido en cada lugar…. con polémica incluida. ¡Vamos allá!
#SPOILERS hasta Danza de Dragones
En el Norte
Nada más empezar nos metemos de lleno en el campamento del rey Stannis Baratheon, al que ha pillado el invierno, para comprobar que el plan de Ramsay Bolton ha sido un éxito. No aparece personalmente, ni sus Bribones del Bastardo, pero se reporta que una veintena de hombres han sido los artífices del sabotaje, incendiando los suministros del campamento. A Melisandre apenas le ha dado tiempo a reaccionar para avisar a su rey, y nos encontramos con que éste último, en su frustración, ordena rastrear a los responsables de la vigía. Y de paso que encuentren la muerte como pago por sus servicios. Una reacción esperada.
Así pues, con las reservas de alimentos severamente disminuidas, entra en escena Davos Seaworth. No tienen suficientes provisiones para continuar con el asedio de Invernalia, pero tampoco para dar marcha atrás dirección al Muro. De modo que tendrán que echar mano de los caballos (no es su primera vez). La reina Selyse se pondrá contenta, cualquier cosa es mejor que la sopa de libro.
Davos recibe instrucciones de su rey, pero no se trata de buscar apoyo en región alguna del Norte para su causa, sino para volver al Castillo Negro a por más suministros. El Caballero de la Cebolla insiste en un par de ocasiones en llevarse a Shireen con él, dado que como comentamos en reviews anteriores, todos tememos por la vida de la pequeña. Ahora iremos a ello.
Quiero destacar que en su camino dirección norte, podría pasar por Último Hogar, donde hay cierto heredero de la Casa Stark bien resguardado (en la serie). Sí, en teoría Osha y Rickon partieron hacia allí tras despedirse de Bran. Aunque me gustaría que se explotara ese atajo (Davos-Rickon sin pasar por Puerto Blanco y Skagos), tengo claro que no ocurrirá la semana que viene.
Es curioso, porque si revisionas el capítulo, la escena de despedida entre Davos y Shireen es la más triste. Verdaderamente hay una buena amistad entre ellos, y notamos que Davos guarda hacia ella sentimientos claramente paternales. La joven princesa es un personaje muy secundario en las novelas, importante, pero sin protagonismo. Sin embargo, en la serie se crece al adoptar el rol de Caramanchada, y con estas grandes escenas con Davos y Stannis. La actriz se ha ganado el cariño de lectores y espectadores por igual.
“Ella es la auténtica heredera del rey. Shireen algún día se sentará en el Trono de Hierro y gobernará los Siete Reinos.”
Sale Davos y entra Stannis, que encuentra a su hija leyendo la “Danza de los Dragones por el Maestre Munkun“: la guerra civil en la que Rhaenyra y Aegon II Targaryen se disputaron el Trono de Hierro durante unos tres años. La niña demuestra sus conocimientos hablándole a su padre de lo sangriento que fue tal conflicto, de un calibre devastador, que sesgó la vida de inocentes por montones. ¿Quizás para tocarle la fibra a su padre en asuntos bélicos?
Tras un par de frases en las que Shireen le recuerda a Stannis que es su hija, y por tanto una princesa de Sangre Real, ya me empezaba a atisbar el horror que iba a suceder a continuación.
“La mitad de mi ejército son infieles. No se quemará a nadie. Rezad con más ahínco.”
Danza de Dragones, Capítulo 42, El Trofeo del Rey
Efectivamente, en el siguiente plano vemos como unos soldados escoltan a la pequeña Baratheon hacia una pira, donde aguarda la Mujer Roja. Algún día escucharemos pronunciar “Azor Ahai”, pero hoy no, como diría Syrio Forel. Ya atada, el cielo se llena de sus desgarradoras súplicas de socorro.
Selyse, que hasta ahora ha demostrado una fe inquebrantable (también en la serie), se derrumba cuando ve como su hija arde, pero ya es tarde. Stannis no obstante, dando consentimiento a esta atrocidad, no parece ni pestañear. Un 10 a la interpretación de Kerry Ingram. Desvaríos aparte, me hubiera gustado ver alguna deserción entre las tropas tras lo presenciado, a pesar de que con esto, la victoria sobre Invernalia estará “garantizada”.
Este Stannis televisivo se ha cargado de un plumazo las buenas sensaciones que transmitía el personaje hasta el episodio de hoy. Tal y como lo conocemos en las novelas, Stannis Baratheon es un personaje bastante terco, no muy agradable, pero su deber para con la justicia es inquebrantable, como gran militar que es. Sabemos también que es un personaje carente de fe, de la cual renegó tras ver a sus padres perder la vida en su juventud, en un desgraciado naufragio.
A pesar de que desaprueba las malas artes en la guerra, y esto incluye los engaños, las conspiraciones y la magia, encuentra en Melisandre un mecanismo para facilitarle su objetivo: el Señor de Luz, R’hllor. Puede resultar contradictorio, pero él acepta el consejo de la sacerdotisa, y ya accedió a borrar del mapa a su hermano Renly de forma poco limpia cuando éste supuso una amenaza directa. Se iban a enfrentar en batalla, y esta era una vía para ganar.
En otras palabras, considero que el Stannis de los libros, a pesar de que no dé muchas muestras de afecto hacia su familia, no sacrificaría a su hija a las llamas. Ya en su momento albergó muchas dudas acerca de sacrificar al joven Edric Tormenta, de modo que es fácil imaginar que no lo haría con su propia hija. Su única heredera. El legado de su nombre. El futuro de su linaje, como queráis llamarlo.
El Stannis de la serie queda maldito por partida doble. La Casa Baratheon (en su rama legítima) da sus últimos coletazos.
“El trono me corresponde como heredero de Robert. Es la ley. Después de mí deberá pasar a mi hija, a menos que Selyse me dé por fin un hijo varón. —Pasó tres dedos por la superficie de la mesa, por las capas de barniz suave y duro oscurecido por los años—. Soy el rey. No tiene nada que ver con lo que quiera. Tengo un deber para con mi hija. Para con el reino.”
Tormenta de Espadas, Capítulo 36, Davos.
En el Muro
El Lord Comandante Jon Nieve llega al Muro con sus nuevos aliados, los supervivientes de la carnicería que tuvo lugar la semana pasada en Casa Austera. Sorprendentemente lo hace desde el norte, algo que no tiene mucho sentido.
Las tensas miradas entre el bastardo de Invernalia y Ser Alliser Thorne duran unos segundos, pero el maestro de armas cumple con su deber y abre las puertas para dejarles entrar. El malestar de Thorne parece haberse contagiado entre muchos hermanos de la Guardia de la Noche, pero no en Samwell, que insiste en que era lo correcto.
Empieza a mascarse la tragedia, y Sam, Elí y el bebé permanecen allí. Para mi gusto están tardando mucho en poner rumbo al Dominio. En el Castillo Negro empieza a respirarse enrarecidamente que no es un lugar seguro. Canta mucho como pinta todo esto…
En Dorne
Nos desplazamos al territorio más sureño de Poniente, y nos deleitamos con los interiores de los Reales Alcázares de Sevilla. En esta primera reunión entre los dornienses y Jaime Lannister, absolutamente perteneciente al universo de la serie, vemos por fin en acción al príncipe Doran. Sólo 9 episodios hemos tenido que esperar. No obstante, todo ha sido muy pacificador y ha sabido a poco.
El rencor de Ellaria sigue latente al no querer brindar a la salud del rey Tommen, y tras una pobre escena de las Serpientes jugando al calientamanos en la celda, para que nos acordemos de que allí están, Areo Hotah llega a la sala con Bronn. También algo decepcionante como ha terminado la escena. Yo te perdono y tú me perdonas, te llevas un puñetazo de recuerdo y aquí no ha pasado nada, tan amigos.
Destacable es que se accede al retorno de Myrcella (sin un rasguño) a la capital siempre y cuando Trystane se incorpore al Consejo Privado. En los libros, este puesto es cubierto por Nymeria Arena. Sinceramente, puede que el chaval nos sorprenda, pero así a priori considero que el joven Martell tiene menos luces que el Mace Tyrell de la serie. Sorprendente sería también que Bronn acabe yéndose de rositas tras agredir al príncipe heredero de Dorne.
La siguiente escena es levemente mejor, y tiene a Doran y Ellaria como protagonistas. El patriarca le ofrece la muerte o la lealtad a su cuñada, y poco tiene que ver esto con el arresto de Arianne. Al menos nos deja la mejor actuación del príncipe gobernante de Dorne hasta ahora, aunque no era muy complicado. No obstante, echo de menos intervenciones como el Fuego y la Sangre, referencia a los Targaryen, o el monógo de la víbora. Aquí os lo pongo:
“No estoy ciego, ni sordo. Sé que todos me creéis débil, asustado. Vuestro padre me conocía mejor. Oberyn fue alguna vez la víbora. Mortífero, peligroso, imprevisible. Nadie se atrevió a pisarle. Yo era la hierba. Agradable, complaciente, balanceándome con la brisa. ¿Quién teme caminar sobre la hierba? Pero es en la hierba donde la víbora se esconde de sus enemigos, y esta lo cobija hasta que ataca.”
Danza de Dragones, Capítulo 38, el Observador.
Para cerrar el arco de Dorne tenemos una corta escena entre Ellaria y Jaime, que parece una ratificación de que la paz queda sellada. Una semana más, no se cumple con las expectativas generadas, ni a nivel de guión por un lado, ni de interpretación por otro. Sigue sin funcionar. ¿Nos quedará algo en el 5×10 de tierras dornienses? ¿Volverá a resurgir la vena Estrellaoscura de Ellaria?
En Braavos
En la ciudad libre de Braavos, Arya prosigue sus andanzas como una mercader de marisco en el Puerto del Trapero. Su misión, darle “el regalo” al “hombre delgado”, se ve interrumpida por una visita inesperada.
Se trata de nada menos que de una comitiva procedente de Desembarco del Rey. Pero el asombro de la joven no es por la presencia de Lord Mace Tyrell (a quien dudo que reconozca), sino por la de su acompañante, Ser Meryn Trant. Como Consejero de la Moneda y sustituyendo al omitido Harys Swyft, Lord Tyrell viene para tratar con Tycho Nestoris las deudas de la Corona con el Banco de Hierro… sin tener todavía la más remota idea de qué ha ocurrido con sus hijos. Por el camino Mace canturrea y se inventa nombres de reyes Targaryen, como Maegor III.
Volviendo la vista, recordaremos que en la lejana Temporada 1 fue Trant quien asesinó a Syrio Forel, el primer mentor de Arya. Desde entonces, el nombre de este Guardia Real ha permanecido en su exclusiva lista de muertes. Por ello, Arya se dedica a acechar a Trant por la ciudad, hasta que llegamos a un burdel braavosi.
Tras las ya habituales escenas sobre prostitutas random y descubrir que Ser Meryn le van más bien jóvenes (¿cómo Arya?), la joven Stark parece olvidar su inicial cometido. Ella quería ser Nadie, un Hombre sin Rostro, pero vemos como los recuerdos y el rencor del pasado alforan… Y Aguja sigue en su escondite. Por cierto, a Ser Meryn Trant se le está poniendo cara de Dareon.
Tras la visita nocturna a la casa de placer, Arya vuelve a la Casa de Blanco y Negro para tratar con su actual mentor, el hombre con rostro de Jaqen H’ghar. La chica asegura que liquidará la faena mañana, pero la impresión que me ha dado “Jaqen” es de asentimiento sin creerse lo que dice. La semana que viene averiguaremos si Arya consigue tachar un nombre de la lista, si cumple con el encargo, o es castigada por decir mentiras. O todo.
“La muerte no tiene dulzura alguna en esta casa. No somos guerreros, ni soldados, ni bravos arrogantes henchidos de orgullo. No matamos para servir algún señor, ni para acariciar nuestra vanidad. Nunca damos el regalo para agradarnos a nosotros mismos. Tampoco elegimos a quienes matamos. No somos más que siervos de Dios de Muchos Rostros.”
Danza de Dragones, Capítulo 64, la Niña Fea.
En Meereen
Finalmente toca viajar hacia Osun… Meereen. Empezamos con una increíble vista panóramica de la Fosa de Daznak, ya re-abierta, y principal escenario de lo que va a acontecer seguidamente. Unos primeros planos sobre los espectadores en las gradas no terminan de convencerme. En Danza de Dragones cada una de las filas de bancos donde se agolpa la muchedumbre es de un color diferente, asignado para cada clase social. Aquí han decidido omitir ese aspecto clasista y extravagante, para mezclar libertos meereenos con algunos Grandes Amos…. y tiene cierta importancia para determinar lo que pasa después. Los emblemas Targaryen me parecen un acierto.
En el palco de honor asisten al espectáculo Daenerys, Missandei, Tyrion como nuevo consejero, Daario Naharis como guardaespaldas, y en último lugar el ¿prometido? de la reina, Hizdahr zo lo Loraq (en los libros ya están casados en este punto). Como era de esperar, Dany desmuestra su disgusto desde el primer combate, que termina con la decapitación de uno de los contendientes, esclavos sin nombre, aunque es tradición en estos eventos que estos luchadores gocen de cierta fama y prestigio.
Tampoco vemos animales en estos combates, y mientras que Dany charla con Hizdahr, Jorah Mormont se presenta ante ella como combatiente, como los gladiadores que salían a morir para su César. Daenerys se sorprende levemente, pero da orden de que se inicie la siguiente pelea, un todos contra todos.
Como era de esperar, Ser Jorah resulta victorioso en una trabajada lucha al estilo Gladiator, y en todo momento no aparta la mirada de su reina, lo que le permite arrojar una lanza que acaba con la vida de un Hijo de la Arpía. y los Ultras de Meereen empiezan a irrumpir en el estadio, equipados con sus máscaras y cuchillos en mano. El escándalo comienza, y tanto plebeyos como nobles comienzan a ser masacrados. Inexplicable.
Algunos pensábamos que Hizdahr (en la serie) podría ser la Arpía, el líder rebelde en la sombra capaz de controlar los ataques, pero acaba llevándose unas cuantas puñaladas por algunos de estos maleantes. Imaginamos que ha muerto.
La masacre continua y Jorah ofrece su mano para poner a salvo a Daenerys, a lo que ella accede. Recordemos que el Oso estaba infectado por psoriagrís. ¿Puede llegar a contagiarse? Yo lo descartaría aunque Jorah le pusisiese ambas manos encima. Es impensable que Daenerys muera de ese modo en la serie.
Las salidas son bloqueadas por los Hijos del Arpía, demostrando una vez más lo diestros que parecen en batalla, eclipsando a los Inmaculados, que apenas aparecen. Rodeado el séquito de Dany con ella incluida en la arena, y dando todo perdido, aparece Drogon cual meteorito, atraído por el olor a sangre y carne fresca.
El aterrizaje es impresionante, los responsables de efectos especiales han hecho un buen trabajo. El dragón empieza su particular número de Fuego y Sangre. No termina de convencerme que a los únicos que se come y calcina sea a Hijos de la Arpía. Tampoco como éstos últimos atraviesan con facilidad su gruesa piel con lanzas comunes. ¿Qué le haría una lanza de acero valyrio?
“Y vi a ese dragón arrancando brazos y piernas, partiendo a los hombres por la mitad, quemándoles los huesos hasta dejarlos ceniza. La gente empezó a correr, tratando de salir de ese hoyo, pero yo vengo a ver un espectáculo, y por todos los dioses de Ghis, vi uno. Yo estaba en la púrpura, así que no creo que el dragón viniera a molestarme.”
Danza de Dragones, Capítulo 57, Tyrion.
Mientras la escena avanza, Dany decide aproximarse lentamente al mayor de sus hijos, sin látigo, para acariciarle y calmarle, algo que consigue con una facilidad asombrosa. A continuación, se sube encima de la bestia, y juntos sobrevuelan Meereen ante la estupefacta mirada de Tyrion y compañía. El final es estupendo, pero la interpretación de Daenerys no termina de ser de mi agrado, adopta una actitud muy fría y sin un ápice de emoción.
“Todavía llevaba el látigo en la mano. Lo hizo chasquear contra el cuello de Drogon. —¡Más arriba! —gritó. Con la otra mano se aferró a las escamas, buscando asidero con los dedos. Las amplias alas negras de Drogon hendieron el aire. Dany sentía su calor entre los muslos; tenía el corazón a punto de estallar.”
Danza de Dragones, Capítulo 52, Daenerys
Capítulos parcialmente adaptados:
- Festín de Cuervos: La Princesa en la Torre
- Danza de Dragones: Jon I, Jon VII, El Observador, Daenerys IX, Tyrion XI, Jon X, Jon XII, El Sacrificio, La Niña Fea y La Mano de la Reina
- Vientos de Invierno: Mercy
#SPOILERS Más allá de Danza de Dragones
Volviendo momentáneamente al tema de la muerte de Shireen, daré unas pinceladas sobre la supuesta repercusión para los lectores.
Cómo algunos habréis podido ver, en el último Inside the Episode, D&D se han pronunciado acerca de este asunto. Los máximos responsables de la serie (conocedores del final de la saga) hacen referencia a conversaciones con George R.R. Martin, echando balones fuera y alegando lo horrible que ha sido para ellos rodar esta escena.
Esto no hace más que confirmar la muerte inevitable de la hija de Stannis en alguna de las dos últimas novelas restantes. Era inevitable, Vientos de Invierno aún no ha visto la luz y la serie no puede mantenerse con rellenos e inventadas que pueden alterar el curso de la historia. Los lectores no estamos libres de los spoilers, como comprobamos con Barristan Selmy esta misma temporada.
Que muera exactamente igual que en TV lo descarto rotundamente, pero sí podría tener un destino similar. ¿Un sacrificio para devolver a la vida a otra persona muerta?
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